Al cielo por asalto (1979) de Agustín Ramos | Primeras y últimas impresiones
impresión de primera mano resulta un texto que intenta proponer una idea estética conforme al movimiento vanguardista gestado en el siglo XX, sin embargo, recae constantemente en errores de correspondencia temática y discursiva que rompen la experiencia estética. Esto se puede observar claramente en el capítulo dos de la primera parte donde la diégesis nos embarca en una historia sobre un hijo de capitalista que monopolizo cosechas de caficultores a partir de la narración del sobrino de clase baja de este. Toda esta sección se dedica a representar el estado tan deplorable en el que se encontraba (y se encuentra) el campo mexicano explotado por capitalistas que aprovechan los beneficios sistemáticos para extraer plusvalor a los trabajadores y robar tierras, para desembarcar toda esta construcción de sentido en una metáfora que prácticamente deja en el espectador una sensación de incongruencia que no aporta en nada en la reflexión de lo presentado. Prácticamente consistió en ocultar a partir de una reflexión inconexa una realidad histórica: las pasiones fueron lo que nublo la razón del tío Jesús que no le permitió mantener su capital. Simplemente mediocre.
Puedo extenderme por más tiempo en la exposición
de mi opinión respecto a la obra, pero considero que al puntualizar
anteriormente el carácter ineficiente y mediocre en la exposición de temas
sociales es suficiente para afirmar que estamos ante una obra con interesantes
propuestas estéticas, pero con una composición descerebrada. Inclusive si
intentamos rescatar algunos elementos históricos observamos que son
completamente anacrónicos. Lo anterior se puede ejemplificar con la simulada
composición “dramática” llamada “Acto mortal” en el que se nos presenta a un
francotirador insurrecto participante en la masacre de Tlatelolco en 1968,
siendo torturado y asesinado por parte de la Dirección Federal de Seguridad con
ayuda extranjera. Sin recurrir al escarnio inmerecido por ignorancia, si es
importante destacar que Carlos Montemayor en su libro La
violencia del Estado en México: antes y después de 1968 (2010) demuestra
que en realidad los francotiradores pertenecían al órgano técnico militar
Estado Mayor Presidencial (EMP) y dispararon a traición a otros compañeros
militares junto con miembros del estudiantado para sembrar el caos e iniciar la
masacre. Esto cambia completamente la perspectiva de una inminente sublevación
revolucionaría por parte de los comunistas que defiende la obra, esto nos
permite percatarnos que Al cielo por asalto es un texto valioso para
comprender la visión de un sector de la población de los conflictos sufridos en
la Ciudad de México en el periodo de los sesenta, pero como obra que se contrapone
al siglo XXI llega ser anacrónica e imprecisa.
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